El partido entre la Selección Argentina y Marruecos es un verdadero dolor de ojos para los amantes del fútbol.

Los equipos no hacen más que dividir el balón y la violencia entre ambos es protagonista, con muchas patadas y peleas entre ambos equipos.

Para colmo, el juez no colabora ya que no saca ninguna tarjeta amarilla y además, se confundió feo en una jugada del segundo tiempo.

Pasa que Walter Kannemann realizó una fuerte infracción dentro del área y era penal para los locales.

El juez decidió cobrar tiro libre fuera de la misma, quitándole la posibilidad a los africanos de ponerse en ventaja.