Los Juegos Olímpicos han prendido motores con una primera jornada donde buena parte de los ojos del público se ponían en la España de Luis de la Fuente. La Roja llegaba al debut ante Egipto con un equipo lleno de figuras que se acabaría estrellando con el rocoso y duro muro defensivo de los africanos.

Le costó durante prácticamente todo el partido a los ibéricos. Olmo, Pedri, Ceballos y Oyarzabal poco o nada podían hacer ante ese 5-4-1 de una Egipto que siguió su plan al pie de la letra. Con un planteo agresivo en el medio y un despliegue físico abrumador, España no encontraba huecos en un encuentro que recordó y mucho al debut de a mayor en la Eurocopa.

 

Los problemas aumentaron cuando Óscar Mingueza y Dani Ceballos tuvieron que salir lesionados producto de dos pisotones que habrá que ver hasta qué punto pueden condicionar su presencia en los Juegos. España se estrellaba, no podía subir el ritmo y daba la impresión de que era justamente Egipto la más cómoda en el encuentro.

Solo un remate de Ceballos al palo en la primera parte pudo asustar a los Faraones, quienes liderados por un majestuoso Hegazi iban adelantando sus líneas poco a poco. La salida de Mingueza quitaba protagonismo a la banda derecha, donde ni Olmo ni Pedri encontraban socios para romper esa doble línea de los africanos.

Premio para los africanos

Ya en la segunda parte, de la Fuente movió ficha con los ingresos de Carlos Soler y Bryan Gil de cara a dar mayor movilidad a la pelota y así asfixiar a un conjunto que seguía mandando en Tokio. Unai Simón no sufría es cierto, pero España tampoco podía llevar peligro arco de El-Shenawy. Los minutos pasaban y si bien se jugaba en terreno egipcio, no sería sino hasta los últimos compases que veríamos toda la furia de La Roja.

Una que llegó con el ingreso de Rafa Mir, encargado de pelear mano a mano con Hegazi y liberar espacios a sus compañeros. Tuvo una el hombre del Huesca, otra Vallejo e incluso Pedri con una jugada que por poco acaba en penal. No lo consiguió España, que tuvo que ver cómo Egipto le rascó un punto merecidamente. El próximo reto será Australia el día 25, donde no hay margen de error.