Manchester United, Arsenal, Chelsea, Tottenham, Manchester City, Liverpool, Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Inter de Milan, Milan y Juventus. Recuerden estos nombres, porque estos equipos podrían estar muy cerca de cambiar para siempre la historia del fútbol mundial.

Los doce clubes recién mencionados son los fundadores de la Superliga Europea, torneo que aún no existe, pero ya se encargó de romper para siempre la armonía del deporte en el viejo continente. Su creación generó discordia en la UEFA, que ya amenazó con una serie de medidas que podrían causar una ruptura total entre las confederaciones.

Presididos por Florentino Pérez, esta docena de cuadros se escudan en que el dinero que generan no es retribuyente al que reciben. Por ese mismo motivo, decidieron crear una competencia en la cuales tengan siempre asegurada su presencia sin importar su rendimiento en el transcurso de la temporada. 

La máxima autoridad del Real Madrid se encargó de desmentir varios rumores alrededor de la disruptiva competencia. Primero, y más importante, aclaró que ningún equipo participante será expulsado de su respectiva liga ni tampoco de la edición actual de la UEFA Champions League.

"Son las amenazas de alguien que confunde el monopolio con la propiedad. Nosotros hemos ofrecido dialogar, hemos ofrecido un formato que salva el fútbol. Al Madrid no le van a echar de la Champions. Ni al Madrid, ni al City ni a ningún otro. Ni de La Liga, ni nada. Estoy seguro de eso", lanzó en declaraciones con El Chiringuito.

También, desmintió a su manera la idea de que la Superliga "es un torneo cerrado" argumentando que un mínimo de equipos podrán acceder a la misma según sus resultados deportivos. "El Sevilla, por ejemplo, también podría acceder. 15 equipos son los que generan valor para la televisión. Y los otros 5 vendrán por méritos deportivos. No es cerrada, cosa que alguien ha querido decir, no es verdad. Creemos en los méritos de los equipos. Lo que da dinero es esto, nosotros solidarios una vez que los tengamos".

 

Esta mañana, el presidente de la UEFA Alecsander Ceferin dejó en claro que los futbolistas que disputen el torneo no podrán jugar con sus respectivas selecciones sin importar del país del que provengan. Pérez también se encargó de desestimar esta versión: "Los jugadores deben estar tranquilos. No se les sancionará y podrán jugar con sus naciones".