Es verdad, Barcelona necesitaba ganar con urgencia en LaLiga para comenzar a acomodarse en la tabla tas un pésimo arranque.

 

 

Son muy valiosos los tres puntos para el conjunto de Ronald Koeman, pero en este momento, la realidad es que no importan.

Todo el mundo habla de lo que hizo Lionel Messi tras meter un golazo desde afuera del área que significó el 4-0 final.

 

 

El argentino se sacó la camiseta de su club y abajo tenía la de Diego Armando Maradona cuando debutó en Newell's, en un amistoso.

Piel de gallina y lágrimas de todos los amantes del deporte que siguen lamentando la pérdida del máximo ídolo.

 

El resto de los goles los anotaron BraithwaIte, Griezmann y Coutinho. Ahora los culé están séptimos con dos partidos menos que el resto.