El Sevilla igualó en uno ante el Celta de Vigo y dejó escapar así la posibilidad de separarse del grupo de equipos que se encuentran a su acecho en la tabla de posiciones.

Los comandados por Julen Lopetegui lograron ponerse en ventaja a través de una asociación más que importante conformada por dos argentinos: Éver Banega y Franco Vázquez.

Cuando el reloj marcaba 80 minutos de partido, el mediocampista se hizo cargo de un tiro de falta posicionado lejos del arco rival.

Con una lectura de juego precisa, el atacante picó al espacio y saltó lo justo y necesario para cabecear el balón y enviarlo a la portería custodiada por Rubén Blanco.

Sin embargo, la alegría le duró muy poco a la institución comandada por el ex entrenador del Real Madrid, ya que apenas tres minutos más tarde Denis Suárez estampó la paridad definitiva en el marcador.