Barcelona no podía contra Sevilla por la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey y se estaba quedando afuera.

Sin embargo, a los 93 minutos de juego, ya en tiempo de descuento y en la última jugada del encuentro en el Camp Nou, llegó el empate.

Antoine Griezmann puso un centro buenísimo y Gerard Piqué lo empató de un cabezazo perfecto para el dueño de casa.

Igualmente, lo mejor de todo fue el festejo de Lionel Messi, quien había tirado el saque de esquina que originó toda la jugada.

La reacción del Diez y capitán del Barcelona fue dar un par de saltos como loco y después festejar con los puños el gol.

¡Lo amamos!