Todo jugador tiene su historia de vida. Así como existen los casos en los que los deportistas, bajo un estatus de vida relativamente cómodo, arriban a una institución para lucirse y mostrar sus condiciones desde pequeños, las ocasiones en las que los pequeños soñadores con condiciones e indicios de vida precaria llegan a un club no son precisamente pocas.
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Uno de los tantos casos a destacar y marcar es el de Emerson, quien hoy en día es nada más ni nada menos que uno de los arqueros más importantes y caros del planeta. El guardameta de Brasil, que hoy goza de un gran presente, en su momento no la tuvo para nada fácil cuando apenas era un niño con hambre de gloria.
En diálogo con Marca, Gilberto Lopes, descubridor del actual portero del Manchester City, rememoró la época en la que el jugador llegó a su vida y él decidió hacerle un lugar en las filas del Champions Ebenézer FC. “Era un chico muy delgado, mucho. Por eso empezaron a llamarlo en broma ‘El Gordo’. Le pegaba a la pelota muy fuerte, pero técnicamente no era muy bueno. Y de velocidad andaba más que justo. Le costaba volver cuando subía, parecía que había que llamar a un taxi. Por eso decidí ponerlo de portero. Él no quería, pero se demostró pronto que iba a ser un acierto“, abrió.
Exteriorizando que la infancia de Ederson no contó con muchos lujos y sus orígenes provienen de una familia que vivía en condiciones complejas, Gilberto continuó: “Nos lo trajeron porque un hermano suyo estaba con nosotros. Su familia era muy pobre, pero era estructurada y con las figuras de sus padres presentes. Eran de una zona con casas en las que muchas no tenían techo. Su padre se levantaba muy temprano, a las cuatro de la mañana, para repartir cajas de frutas. A veces, él le ayudaba”.
Destacando que el coraje siempre fue una de las aptitudes por las que el arquero se destacó a lo largo de su vida, Lopes afirmó: “Lo mejor que ha tenido siempre Ederson es que nunca tuvo miedo a nada. Es un valiente. Nunca le asustaba tener que jugar con chicos mayores. O cuando le dije que le iba a llevar al Sao Paulo. Tenía sólo 10 años”.