Si hay una razón que pueden esgrimir aquellos que protestaron la elección de Luka Modric como mejor futbolista del mundo es que ni a Cristiano Ronaldo ni a Lionel Messi les hubiera sucedido lo que le sucedió a él este martes.

Es que a la hora de pensar en el mejor del planeta, debe pensarse también en la capacidad que este puede tener de cambiar los destinos de un equipo incluso cuando se trata de un deporte colectivo.

Ayer, nada menos que en el Bernabéu, Luka Modric no pudo con nada de eso y presenció resignado, casi como un fantasma, la goleada histórica del Ajax que eliminó a los suyos demasiado pronto de la Champions League.

Hubo también una foto que retrató a la perfección lo que le tocó vivir al croata y que no tardó en viralizarse en las redes sociales.

Luka Modric habría deseado nunca haber visto esa imagen, pero de seguro que la vio. Tal vez, en el futuro, pueda utilizarla como motivación.