En un encuentro trabado y con pocas emociones, Valladolid fue el encargado de aplicar el primer golpe del mismo: a los 70 minutos, Fabián Orellana capturó un rebote en el área rival y estampó el 1 a 0 parcial ante Celta de Vigo.

Pese a que la victoria de la visita estaba encaminada, el dueño de casa no bajó los brazos hasta el silbatazo final y tuvo su merecida recompensa gracias a la conquista agónica firmada por Jeison Murillo.

Con el equipo de Eduardo Coudet apostando fuerte a un empate agónico y un tiro libre más que amenazante en favor de su equipo, el central colombiano se posicionó en el área rival a la espera del disparo en cuestión.

Imponiéndose en el aire y sacando un remate de cabeza espectacular que dejó sin reacción al arquero del Valladolid, Murillo estampó el 1 a 1 y desató la alegría de todos los jugadores del conjunto local, los cuales celebraron con un gran alivio la conquista del oriundo de Colombia.