En el Camp Nou, Lionel Messi jugó tal vez sus mejores 45 minutos en la temporada: cada balón que tocó lo convirtió en ocasión de gol.

Después de su doblete en cuatro minutos (16' y 20'), el Diez generó lo que pudo haber sido el 3-0 del Barcelona ante Manchester United.

Antes del entretiempo y ya en tiempo de descuento, Messi tomó el balón en mitad de cancha, junto rivales y los hizo confundir con la presencia del árbitro.

 

Phil Jones salió a cortarlo, pero el argentino le tiró un caño y lo enganchó para que el inglés casi quede como Jerome Boateng en 2015.

Abrió para la izquierda hacia Jordi Alba, quien centró al segundo palo y apareció Sergio Roberto, pero David De Gea evitó el 3-0 casi con la cara. ¡Qué jugada!