Este sábado,Barcelonademostró en varios momentos del partido sus deficiencias a la hora de defender.

Más que nada. lo mostró cuando se puso las dos veces por delante del marcador tras los goles de Luis Suárez.

Después de regalar el empate 1-1 tras un error de Ivan Rakitic y un pésimo retroceso defensivo, el 2-2 llegó sobre el final.

Gerard Piqué hizo una dudosa barrida sobre el límite del área grande y el árbitro principal compró para Celta.

Iago Aspas, quien está intocable y es la gran figura del dueño de casa, se hizo cargo del remate y no falló.

Le pegó por afuera de la barrera y empató el 2-2.