Tottenhamhabía inquietado por primera vez a Alisson, quien respondió con grandes reflejos cuando se lo necesitó.

Tal vez en el peor momento delLiverpool,losRedsllegaron al 2-0 para sentenciar la final y el título de la Champions League.

De un rebote de un saque de esquina,Divock Origirecibió sin marca, se perfiló para su zurda y sacó un remate imposible.

El balón fue al segundo palo, donde voló bajo Hugo Lloris, pero nada pudo hacer para salvar el arquero de losSpurs.

¡Fue el gol del campeonato!