Ajax dio el gran golpe del certamen en la Champions League 2018/19 y dejó fuera de juego en los octavos de final al Real Madrid, que venía de ganar el torneo de manera consecutiva durante 3 años.

El equipo holandés levantó un global en contra de 1-2 que arrastraba desde la ida, y se hizo fuerte en el Santiago Bernabéu ganando 4-1 con mucha solidez, haciendo historia.

Pero claro, no solo vale destacar lo sucedido durante el desarrollo del juego. Porque el Merengue dio una muestra de cómo debe caer un campeón.

No fue fácil digerir lo que estaba sucediendo, ni para la afición ni para los jugadores, pero nunca cayeron en la desesperación ni la violencia para descargarse.

De hecho, fueron solo dos las tarjetas amarillas que acumularon durante los 90 minutos, una que finalizó en la expulsión de Nacho Fernández por una infracción estratégica.

Luego, saludos al rival, lleno de jóvenes estrellas, y felicitaciones. El Real Madrid vio la cara de la derrota, algo que no suele pasarle. Pero dio un ejemplo de que en el fútbol también se puede perder sin irritación.