La conclusión de cada partido que el Real Madrid juega en el cierre de esta temporada es la misma: lo hace muy mal.

Plagado de grandes estrellas, el equipo que ahora conduce Zinedine Zidane no se encuentra dentro de la cancha pero gana por su poderío individual.

En esta ocasión, un partido feo se vio en los 90 minutos frente al Athletic Bilbao, y se definió por el gran Karim Benzema.

 

El 9, gran bandera Merengue en un semestre para el olvido (fuera de la Champions, de la pelea por ganar La Liga y de la Copa del Rey), anotó un hattrick, el tercero un verdadero golazo, para sellar la victoria.

 

Quedan 5 encuentros por el torneo local en España y luego, será cuestión de reformular una idea de juego con nuevos nombres de lujo como refuerzos para cambiar la historia.