Si hay algo que Gareth Bale necesitaba, era un partido como este. El galés, como suele pasar hace años, está en el centro de la tormenta.

Pasa que llegó al Tottenham como la gran estrella, buscando dejar en el pasado su triste final en el Real Madrid, pero no fue así.

Jugó muy poco, tuvo varias lesiones y jamás pudo mostrar dentro del campo de juego todo lo que los hinchas esperan de él.

Pero ante Burnley fue José Mourinho quien le dio la oportunidad de ir de titular y demostrar por qué sigue siendo de los mejores del mundo.

Y no desaprovechó: gol a los dos minutos y luego una asistencia perfecta para que Harry Kane anote el 2-0 parcial.

El galés dice presente en la Premier League.