El clásico entre el Milan y el Inter comenzó bien intenso. Los jugadores dejan todo en la cancha y las revoluciones están a mil.

En una pelota que quedó para disputar en mitad de cancha, tanto Lucas Biglia como Nainggolan fueron a buscar con todo la pelota, pero el argentino se llevó la peor parte.

El del Inter lo pisó de tal manera que hasta podría haber sido expulsado: le destrozó el tobillo con sus tapones.

Pero el árbitro vio mal, se confundió y amonestó al del Milan, generando el enojo total del mediocampista.