En la mitad del primer tiempo, Mohamed Salah chocó con Sergio Ramos y se quedó tirado en el verde césped. Se tocó mucho el hombro, lo atendieron los médicos. 

El futbolista de Liverpool intentó seguir, pero el dolor lo superó y pidió el cambio. El egipcio se retiró llorando en una de las imágenes más fuertes de la final de la Champions League.

Durísima baja para el elenco de Inglaterra, mientras que el Merengue ahora tendrá una preocupación menos.

¡Ojalá no sea nada grave, Salah!