No todos los días se marcan tres goles de cabeza en un Mundial. Mucho menos un defensor y mucho menos si es debutante en la competición. Pero Yerry Mina rompió en Rusia con todos los pronósticos, pese a haber tenido una temporada difícil en Barcelona, y con la Selección Colombia logró revalorizarse.

Por ello, ya no son Girona, Palmeiras, Fenerbahce o Villarreal los equipos que podrían hacerse de su cesión, sino que ha conseguido que sean mucho más poderosos los equipos que han posado sus ojos en él.

En tres partidos disputados, Yerry Mina cambió su realidad y ahora han llegado a las oficinas de Barcelona el pedido de condiciones de clubes como Liverpool, Chelsea, Mónaco y Borussia Dortmund.

Pero incluso ha generado la duda en el seno del propio equipo culé, donde lo daban fuera de los planes a final de temporada y ahora están contemplando seriamente la posibilidad de conservarlo. Está claro, un Mundial puede cambiar la vida.