La visita de PSV al Camp Nou en el inicio de la fase de grupos de la Champions League no hizo más que intensificar el interés del Barcelona en el fichaje de Hirving Lozano. Y es que pese a la goleada que se llevó en su contra el equipo holandés, el mexicano se mostró siempre como una opción de desequilibrio que puso en aprietos a la defensa culé.

Con esto, Barcelona ya está pensando en la posibilidad de intervenir en el mercado de invierno europeo, siempre menos rutilante que el de verano, con un fichaje que sin dudas daría que hablar en toda Europa.

Conscientes del creciente interés culé por quedarse con el Chucky, PSV decidió fijar al mexicano un precio de transferencia de 60 millones de euros, según avanzó el diario Sport.

El propio Lozano podría estar sintiendo que su ciclo en el fútbol holandés ha comenzado a cumplirse y, con 22 años, ya podría estar pensando en nuevas metas. Con Barcelona ya coqueteó en la previa del partido de Champions y el equipo culé parece haberle devuelto el guiño.