Cuando todo parecía que se destrababa y el futuro de Lucas Olaza se terminaba de definir, un visitante imprevisto hizo su puesta en escena en la negociación, frustrando así los planes de Boca.

Se trata nuevamente del Zenit, club de Rusia que se hizo famoso en este último tiempo por quitarle jugadores a clubes importantes de Argentina como River e Independiente.

Si bien Sebastián Driussi, del Millonario, y Emiliano Rigoni, del Rojo, eran parte de las instituciones de América del Sur al momento de partir, eso no quita que el elenco europeo ahora pueda quitarle al Xeneize a uno de sus máximos anhelos.

Según detalló Sportia, la institución de Rusia se habría metido de lleno en las negociaciones por el jugador de Talleres, quien en su momento sonó en varios clubes para reforzar sus líneas. 

Mientras en Buenos Aires los dirigentes del Xeneize buscan convencer a Gonzalo Maroni para ser parte de la negociación (el jugador tiene un fuerte vínculo con Instituto y estaría interesado en jugar en otro club de Córdoba), la situación se pone un poco peor para Boca.