Barcelona y Lionel Messi apenas necesitaron de 45 minutos para doblegar a un Athletic de Bilbao que llegó tan mareado al complemento que casi que firmó su carta de rendición.

En esa primera mitad, el equipo vasco no logró encontrar nunca al crack argentino, que desniveló cada vez que se lo propuso y que en 30 minutos clavados anotó el gol que sentenció el 2-0 con el que finalizaría el encuentro.

No fue un gol más para Messi, que rompió un nuevo récord y llegó a los 500 tantos luciendo en número diez en la espalda. El primero había sido el 13 de septiembre de 2008, cuando abrió el marcador en el empate ante Racing de Santander en el Camp Nou.

Antes de utilizar el mítico dorsal, al que también supo rendir honores su amigo Ronaldinho, La Pulga llevó en la espalda el número 19 y también el 30.