Pese a la cómoda victoria parcial ante Deportivo La Coruña, en Barcelona se encendieron todas las alarmas por la molestia que obligó a Paco Alcácer a abandonar el terreno de juego con lágrimas en los ojos, cuando apenas se habían disputado 23 minutos en el Camp Nou.

Corrían 17 minutos cuando en un contragolpe culé, el delantero sintió el pinchazo en su pierna izquierda que lo llevó a pedir el cambio luego de probar durante algunos minutos si podía continuar.

Apenado por entender que es muy probable que se pierda el clásico español ante Real Madrid, programado para el 23 de diciembre, Alcácer se fue sustituído por Aleix Vidal y acompañado al vestuario por el médico de Barcelona.

Además, la lesión le llegó al delantero justo cuando estaba atravesando su mejor momento como culé, realidad que quería revalidar nada menos que ante el club Merengue.

 
Minutos después de la salida del español, Barcelona confirmó mediante un parte médico que la lesión en el recto anterior de la pierna izquierda le demandará a Alcácer unas tres semanas de recuperación, por lo que no podrá disputar el clásico ante Real Madrid.