A veces golea y a veces pierde por goleada. A veces domina y a veces es dominado. A veces logra no depender de Messi, a veces necesita más de Messi que nunca en su historia. A veces hace bloopers en defensa, a veces sale jugando como nadie. 

Si algo se puede confirmar del Barcelona de Ronald Koeman es lo irregular que está siendo en esta temporada. Lo de hoy fue un ejemplo más de ello y ante el Eibar por la Liga Española.

En el Camp Nou, donde Lionel Messi vio el partido desde la platea a horas de regresar desde Rosario, Argentina, los azulgranas pudieron haber empezado a ganar el encuentro desde antes de los diez minutos de juego. 

Martin Braithwaite, sin el Diez y capitán en cancha, se hizo cargo de un penal a los ocho minutos, pero le pegó tan mal que ni acertó al arco. Para colmo, en el comienzo del segundo tiempo, Ronald Araújo cometió un error al hacer lenta la salida y Kike García abrió el marcador para la visita.

Pasada la hora de juego, Ousmane Dembélé, quien hoy volvió a la convocatoria, lo empató de un rebote en el área grande.

De no creer lo del Barcelona, que pudo ganarlo sobre el final. Sexto están.