No hay dudas que la Ligue 1 le queda chica al Paris Saint-Germain. Lo evidencia temporada tras temporada donde, a pesar de algunas irregularidades en cuanto a rendimiento, siempre termina imponiendose a la larga.

Esta temporada, el club parisino, que venía de hacer el mejor año deportivo de su historia, arrancó muy mal y así se cargó Thomas Tuchel. Con Mauricio Pochettino en el banco de suplentes, los capitalinos buscan volver a la regularidad que están acostumbrados.

Este viernes, en el Parque de los Príncipes, los líderes recibieron al Montpellier, que rápidamente perdió a su arquero por una roja directa tras cortar un claro de Kylian Mbappé afuera del área en una jugada de última recurso.

Para antes del entretiempo, Mbappé se encargó de abrir el marcador después de una asistencia de Ángel Di María, quien dejó mano a mano al francés contra el portero rival.

Sin embargo, fue en el segundo tiempo donde se sentenció todo. Precisamente, a la hora de juego y de la mano de su tridente ofensivo.

En cuatro minutos, Paris Saint-Germain anotó tres goles: primero Neymar, después Mauro Icardi y por último Mbappé, quien selló su doblete. Paliza por 4-0.