Aunque la victoria del Barcelona sobre Alavés ya estaba consumada, Luis Suárez y Lionel Messi se inventaron otro golazo en una de las últimas jugadas del partido.
Los sudamericanos invirtieron los roles y levantaron a todos los fanáticos en el Camp Nou: el uruguayó asistió y el argentino convirtió.
Suárez le puso un balón perfecto al Diez en el área, que éste controló de pecho y lo cambió por gol con una definición con mucha clase.
Así, llegó el 3-0 definitivo del Barcelona sobre Alavés.