Si insistimos en que, más allá de los millones, el fútbol debería volver a naturalizarse como ese juego que dio origen a una pasión de multitudes, todos deberían seguir un poco más el ejemplo de Dani Alves, un jugador que para ser crack no necesita de las posturas típicas de estos tiempos y que desdramatiza todo lo que pasa alrededor de la pelota, restándole absoluta importancia al qué dirán.
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Por eso, en sus redes sociales se permite jugar al límite e incluso escandalizar a los más puristas del deporte y su “mente sana, cuerpo sano”.
En su última aparición, Danipublicó un video que no tiene desperdicio, en el que una pitada simulada antecede a la canción más fumona, que interpreta con una combinación perfecta de gracia y sentimiento.
Y habrá quien lo tilde de mal ejemplo, pero ojalá el fútbol se llenara de personajes como él, esos que tal vez no lleguen nunca a ganar un Balón de Oro, pero que harán del juego un hecho más divertido que dramático. ¡No cambies nunca, maestro!





