Paul Pogba se puso la ropa de campeón del mundo, esa que no siempre saca de la percha cuando le toca jugar a las órdenes de José Mourinho, y abrió el marcador para el Manchester United en su visita a tierras suizas.

El mediocampista francés hizo lo que quiso con la defensa del Young Boys. Armó una pared con Fred, la piso en el borde del área para burlar su marca y sacó un remate furioso para vencer la resistencia del portero von Ballmoos.

Y para que los Red Devils ganaran en tranquilidad antes de regresar al vestuario para el descanso, Pogba aumentó la diferencia con una definición precisa desde el punto de penal.