Si hay una selección en el mundo que más lejos ha estado de cumplir o incluso superar las expectativas que genera, esa es sin dudas la Selección de Inglaterra. Aún recordamos los equipazos que tuvo en Corea-Japón 2002, Alemania 2006 o Sudáfrica 2010. No obstante, nunca dio su mejor versión.

De la mano de Gareth Southgate, el conjunto nacional inglés sí ha recuperado el nivel perdido en los últimos años. Igualmente, decepcionan en los partidos más importantes.

Este miércoles, en el mítico estadio de Wembley, el dueño de casa recibió a Dinamarca por la Jornada 4 de la UEFA Nations League. Ya clasificado a la Eurocopa, Inglaterra necesitaba ganar para ser líder del Grupo 2 e incluso una derrota los podría arrojar al tercer lugar.

A la media hora de juego, Harry Maguire, quien es muy irregular en Manchester United, pegó una patada bárbara y fue expulsado en Inglaterra. Un jugador menos por más de una hora para el local.

Cuatro minutos después, Christian Eriksen adelantó desde los doce pasos a Dinamarca y puso el 1-0 en el resultado.

Una decepción más para Inglaterra, que con todas sus figuras no pudo con Dinamarca. Quedó tercera del Grupo 2.