Sea por dinero, por desgaste mental y psicológico, por maltrato dirigencial o diferencias con el entrenador y sus compañeros, por relaciones rotas con la hinchada de tu club, cada jugador es profesional y decide un cambio de rumbo rotundo e impensado para propios y extraños para su bien y el de su familia.

Sin embargo, y para mala suerte de ellos, las principales víctimas, el fútbol no perdona ni olvida una "traición" generada, en gran parte, por la prensa y, en otra medida, por la afición de turno, la cual lo pasó de tener en un póster como ídolo y héroe absoluto a quemar sus camisetas, las más vendidad hasta ese momento cumbre.

Debido a estas razones, repasamos los traspasos de futbolistas que más coraje, rabia y odio generaron en unos, como también burlas, cánticos y amor en la hinchada de su nuevo destino. Desde Michael Laudrup, pasando por Hugo Sánchez, hasta llegar a Bernd Schuster, los casos más llamativos y conocidos del mundo de la redonda.

17. Romario, de Flamengo a Fluminense en 2002

¡Vendido del fútbol! Así, sin tapujos, es conocido vulgarmente Romario, el ex delantero estrella de la selección de Brasil campeona del mundo en 1994 contra Italia. En tierra de samba y gloria eterna, Chapulín perdió esa condición y se vistió de traidor para Flamengo (estuvo durante un par de ciclos no consecutivos) luego de firmar contrato con Fluminense en el epílogo de su carrera. 

Es conocido como el vendido del fútbol en Brasil, y eso que ganó la Copa del Mundo 1994

Más allá de ser reconocido a nivel mundial por su nivel como delantero crack, el único futbolista de este listado que no levantó trofeos en los dos clubes que lo vinculan, fue tratado como el agua trata al aceite: de mala manera, como polos opuestos. Ni haber llegado a su gol 1000 en 1260 partidos jugados entre 1984 y 2009 le alcanzó para recomponer su relación con el Mengao, porque del clásico Flu-Fla no se vuelve. ¡Así de sencillo! 

16. Robin Van Persie, de Arsenal a Manchester United en 2012 

Goleador, capitán, ídolo, héroe, líder, rompe redes y más. Todas esas características pudo obtener Robin Van Persie gracias a su compromiso, perseverancia y esfuerzo en los Gunners, club en el cual era considerado un Dios a pesar de la falta de estrellas colectivas de talla internacional (se consagró solo dentro de Inglaterra) y todo un referente para su entrenador Arsene Wegner.

Todo se fue al tacho cuando aceptó la jugosa oferta de Old Trafford

Sin embargo, y a pesar de haber hecho historia en Arsenal, no hay gargata de hincha que aguante ni para gritar un gol agónico que dé un campeonato, ni para escupir todos los insultos, habidos y por haber, hacia alguien que, por una tentadora oferta del Manchester United, se haya ido a un equipo, considerado casi como un rival directo en cualquier torneo. Una Premier League, una FA Cup y 3 Community Shield resultó su palmarés en ambas instituciones. 

15. Hugo Gatti, de River Plate a Boca Juniors en 1976

Luego de estar cuatro años en el Millonario, post debut en el humilde Atlanta, el Loco, como lo conocían todos, decidió aceptar la oferta del archienemigo Boca gracias a su entrenador de turno, Juan Carlos Toto Lorenzo, en 1975. ¡Quién iba a decir o imaginarse que esa visión detallista del multicampeón con el elenco auriazul iba a cambiarle la vida para bien al arquero, y que el público riverplatense lo odiaría tanto por considerarlo como un hijo pródigo! 

De ser la sombra de Amadeo Carrizo a campeón de América y del mundo

Pero como este traspaso sin escalas no iba a generarle un vuelco de 180 grados a Hugo Gatti, si el banco de suplentes de Núñez fue su hogar por vivir, en ese casi lustro, a la sombra del ídolo Amadeo Carrizo. Un hincha del Xeneize diría: "Gracias Toto por traer al Loco". Y vaya razón tendría si, con su llegada, el club de la ribera obtuvo media docena de títulos, como un par de Copas Libertadores y una Copa Intercontinental, las cuales ayudaron a que sea el futbolista con más partidos en la primera división argentina con 765.

14. Bernd Schuster, de Barcelona a Real Madrid y a Atlético Madrid en 1988 y 1990

De los pocos en esta lista que es considerado un traidor doble: ¡a quién se le ocurre ir de Barcelona a Real Madrid, y de ahí directo al Atlético Madrid! Y encima sin equipos de por medio. Ay, Bernd Schuster, quien te entiende. En menos de 15 años, el ex delantero alemán pasó media docena de años en Catalunya y el resto del tiempo en la capital española. 

Bernd, ¡con vos, no hay traidor que aguante!

En 1988, el teutón se fue sin contrato (como libre) a la Casa Blanca coincidiendo con la Quinta del Buitre y, luego de un par de temporadas en el Bernabéu, pegó el portazo con fuerza y se marchó al Colchonero sin explicaciones claras y contundentes. Y eso no fue todo: el Aleti logró una Copa del Rey muy recordada en el estadio merengue con gol suyo. Además de ese título, el germano obtuvo tres ligas, cinco copas locales, un par de supercopas españolas y una recopa europea.  

13. Ashley Cole, de Arsenal a Chelsea en 2006

Pocos futbolistas de elite como Ashley Cole son multados por su propio club, Arsenal, debido a mentener contactos secretos con otra institución del mismo país, Chelsea. Esta decisión es como traicionar a un familiar directo sin tapujos. ¡Vaya error del ex lateral izquierdo! En 2006 armó las valijas y se mudó de barrio en Londres para conseguir el éxito deportivo, lo que en Highbury no supo cosechar.

Solo un traidor mantiene contactos a escondidas con contrato vigente, ¿o no, Ashley?

Tres ligas locales, una Champions League, siete FA Cup, una copa de liga, una Europa League y seis Community Shields, han sido todo el resultado de trofeos obtenidos gracias a fichar con los Blues, a pesar de tener contrato vigente con los Gunners. Parece ser que las 55 mil libras semanales no eran suficientes ni competían con las 90 mil libras semanales de Stamford Bridge. En conclusión, la justicia por mano propia (y económica) se llama traición en idioma futbolístico, y no se perdona ni olvida. 

12. Sol Campbell, de Tottenham a Arsenal en 2002

De 1989 a 2001 es una vida para un jugador en un solo club. Eso experimentó el ex defensor Sol Campbell, guerrero como pocos, emblema del Tottenham y muy querido por la gente que lo alentó en cada corte, quite o gol que festejó con la playera blanca. Pero esa idolatría se esfumó cuando no cumplió con la promesa que nunca jugaría en Arsenal: lo llamaron Judas el día de su presentación oficial como refuerzo de los Gunners en 2002. 

"Lo volvería a hacer. Amo al Tottenham, pero era mi vida deportiva y mi decisión"

Dicha decisión derivó en que el ex zaguero inglés debió tener seguridad propia y para su familia, cambiar de domicilio porque en White Hart Lane sabían dónde vivía, y nunca más fue bienvenido en el estadio de los Spurs. Pasado el tiempo, y el día de su retiro en Newcastle en 2011, confesó que "lo volvería a hacer porque amo al Tottenham, pero era mi vida deportiva" lo que priorizó. Un par de Premier League, tres FA Cup, una copa de liga y dos Community Shields, es todo lo que logró a nivel individual.

11. Luis Enrique, de Real Madrid a Barcelona en 1996

Lo peor que le pudo pasar a Luis Enrique es haberse peleado sin retorno con la comisión directiva de Real Madrid, luego de un lustro en la Casa Blanca, y de haber sido protagonista clave a nivel local e internacional con el elenco madrileño. El odio visceral de la hinchada para con él lo tuvo como la principal víctima en esta novela que derivó en una transferencia impensada para extraños, pero no para él, al Barcelona en diciembre de 1996. El fruto de la misma ayudó a tres ligas locales, un trío de copas del rey, un par de supercopas domésticas, una recopa europea y una supercopa continental.

Odiado por los merengues, amado por los culés: ¡tuvo motivos más que suficientes!

Referente contundente de la selección española en la década del 90, el actual director técnico de su país contó con razones suficientes para cualquier profesional que no está a gusto en la institución que le paga el sueldo y lo hace ganar en la cancha partido a partido. Tanto fue el enojo de él y del club merengue contra su persona, que el cariño de la hinchada culé cuando el ex volante por afuera arribó a Catalunya fue en aumento y sublime apenas pisó el aeropuerto del Prat en suelo catalán. ¡Una relación de amor y odio a la enésima potencia! 

10. Andrea Pirlo, de Inter a Milan y a Juventus en 2001 y 2011

"En Juve, siento otra vez las ganas de ganar". Así de crudo y duro ha sido la frase en la primera conferencia de prensa de Andrea Pirlo cuando llegó a Turín desde Milano. El ex volante central se marchó del Rossonero, tras una década, por decisión propia, y sorprendió a propios y extraños para recaer en otro grande de Italia, algo raro por haber salido del Inter y brillar en su archienemigo en todo sentido.

"En Juventus sentí de nuevo la voluntad de ganar"

En toda su carrera, en la elite internacional específicamente, el entrenador de la Vecchia Signora nunca ocultó sus deseos personales y deportivo de cambiar de camiseta, arriesgándose a resignar el amor y cariño que le tuvieron (y algo perdura) de las aficiones del norte por pasar sin escalas al equipo más odiado del país europeo. Con muchas estrellas bajo el brazo (dos Champions League, seis ligas, dos copas, tres supercopas, un Mundial de Clubes y un par de supercopas continentales), increíblemente no es considerado persona no grata en las tres instituciones mencionadas.

9. Gonzalo Higuaín, de Nápoli a Juventus en 2016

¡Qué hiciste, Pipa! Perfectamente podría ser el título de una novela, un libro o un documental que refiera al fichaje multimillonario de Juventus para contratar a Gonzalo Higuaín en 2016 y sacárselo a su rival sureño por excelencia, Nápoli. Tres años le bastaron al ex River para guardarse a los napolitanos en el bolsillo, a fuerza de goles y asistencias (36 en una temporada récord), que los 90 millones de euros lo tiraron a la basura de un saque.

¡Ni 90 millones de euros alcanzaron para calmar a las fieras napolitanas!

Gracias al tercer pase más caro de la historia del fútbol en ese momento, el franco-argentino les clavó un puñal a la hinchada celeste y el San Paolo, la cual lo consideró un traidor mayúsculo, con todas las letras, y que alcanzó para que los tifosis quemaran su camiseta en plaza pública y considerado como "Judas no vale nada". ¡Del heredero de Diego Maradona al matadero! Resumen de su palmarés: tres ligas italianas, tres copas locales y una supercopa doméstica.

8. Christian Vieri, de Inter a Milan en 2005

Si hay alguien que su apodo le viene como anillo al dedo, pero en sentido negativo, ese es claramente el ex delantero Christian Vieri. De Bobo tiene el mote y mucho más: por solo un año, hipotecó su idolatría y fama conseguid a pulmón en Inter cuando, en 2005, decidió seguir de local en el mismo estadio, pero con el AC Milán. ¡Christian, hay que ser Bobo en la vida! Y por si fuera poco, obtuvo una sola copa local en todo ese tiempo.

¡Hubieras jugado más tiempo en el Rossonero para justificar la ira de los interistas!

Luego de media docena de años en el Neroazzurro, dejó muy heridos y dolidos sentimentalmente a la hinchada interista, tras desvincularse del club para irse al Rossonero sin escalas. Obviamente, nunca le perdonaron ese traspaso, más allá de ser parte importante del proceso que Italia tuvo en el camino rumbo al Mundial 2006 que lo vio como campeona por cuarta vez, y en el que Vieri no fue citado pero jugó varios partidos antes del torneo.

7. Mario Gotze, de Borussia Dortmund a Bayern Munich en 2013

Inferiores desde 2001, llegó en ese momento con nueve años, en Borussia Dortmund hasta su debut oficial en 2009, Mario Gotze rápidamente se ganó el mote de estrella absoluta y de ídolo de la afición amarilla con un par de ligas locales en el bolsillo. Todo un logro para un club que siempre vivió a la sombra del Bayern Munich, su enemigo número uno y clásico rival en la Bundesliga. Ese par de trofeos, sumados a otras tres ligas, un póker de copas alemanas, un Mundial de Clubes, una supercopa europea y otra local, fue su cosecha personal en ese tiempo.

Cuando haber hecho inferiores y dinero en un club no alcanza

Sin embargo, y para colmo de males, el campeón del mundo 2014 en Brasil (gol suyo en la final) rompió todos los pronósticos cuando tomó la decisión de dejar BVB para recalar de imprevisto en el club bávaro tras perder la final europea de 2013 contra el elenco rojo. ¡Más traición que esa, imposible! 37 millones de euros que esperaron que rechace, algo que nunca pasó, resultó duro para el volante ofensivo porque ambos conjuntos se enfrentaron en sendos partidos finales desde ahí. Pero esta fue la razón central: quería ser dirigido por Josep Guardiola. 

6. Michael Laudrup, de Barcelona a Real Madrid en 1994

Elegido como uno de los mejores jugadores de los 80 y 90, el danés Michael Laudrup pasó seis años en Barcelona con todas las luces y flashes, por lejos y varias cabezas, hasta que un día confesó: "Me voy porque no aguanto más". Su divorcio futbolístico con el entrenador Johan Cruyff luego de la Champions League 1994, las 20 mil cartas de la hinchada al club para que no abandonde el barco y los aficionados rogándole que no se vaya al Real Madrid, provocaron su ida sin retorno posible.

"Me voy porque no aguanto más"

Con la decisión tomada, el ex volante y hermano de Brian, se vistió de blanco en el verano de aquel año y la traición para con los culés se hizo más que evidente: cada vez que visitó el Camp Nou desde ese entonces, los abucheos y los insultos apuntaban a su figura. Ni su reconciliación posterior con el creador del fútbol total bastó para recomponer su amor por los blaugranas, que nunca más lo tuvieron el póster de los grandes ídolos de la casa. Una Champions League, 5 ligas, una copa del rey, un par de supercopas españolas y otro par de europeas es todo lo conseguido esos años.

5. Johan Cruyff, de Ajax a Feyenoord en 1983

De los cinco mejores futbolistas de todos los tiempos, reforzado en su palmarés (tres Balones de Oro seguidos, una supercopa europea, tres Champions League, una Copa Intercontinental, nueve ligas y seis copas locales), su idolatría en Ajax quedó hipotecada y en riesgo al momento de decidir jugar para el clásico rival Feyenoord, donde terminó su exitosa carrera en 1984. Tras su periplo por Levante, Barcelona y Estados Unidos, el (ex) héroe de Amsterdam retornó a su casa en 1981 para volver a sentir esa pasión y gloria que había vivido en los años 70 como el mejor de su equipo, país y continente. Sin embago, ni Johan Cruyff pensó que el destino le tenía preparado una traición semejante, totalmente evitable.

¡Y pensar que el estadio del Ajax lleva su nombre hoy en día!

Con un contrato ficticio, el cual redactaba que el padre de Jordi iba a cobrar dinero en concordancia a la cantidad de espectadores asistía a cada partido en el viejo estadio De Meer, de acuerdo a un arreglo de palabra con el presidente del Ajax Tom Harmsen para colgar los botines a los 35 años. Pero el final no fue feliz para nadie: el suegro de Johan le insistió a que vaya al enemigo Feyenoord porque Cruyff no aguantó más al pope del club de sus amores, y aceptó firmar por un año y medio (en ese lapso, ganó dos títulos y fue el mejor de la temporada 1984).

4. Hugo Sánchez, de Atlético Madrid a Real Madrid en 1985

Esta novela podría llamarse, tranquilamente, "de Hugol Sánchez a Huguida Sánchez". El ex delantero talentoso mexicano recaló en Real Madrid en 1985, desde el rival de la ciudad, porque no llegó a concretarse su pase a Barcelona en 1984 porque un tal Terry Venables rechazó su pase. ¡Vaya paradoja del destino! Ídolo en el Colchonero de 1981 a 1985, por varias cabezas y muchos goles, su condición se transformó en desertor y traidor rotundo para con la afición rojiblanca. Ni las cinco ligas, un par de copas del rey, un póker de supercopas nacionales y una Copa UEFA, pudieron calmar a las fieras del Aleti.

De ídolo a traidor en un abrir y cerrar de ojos, ¿qué hiciste, Hugo?

Con el lógico motivo de suplantar a su colega español Santillana, la dirigencia blanca hizo un esfuerzo y se reforzó en pleno verano con el mundialista local en 1986 y mal no le fue. Siete años, hasta 1992, Hugo Sánchez formó parte del elenco capitalino, causa por cual el Atlético Madrid nunca le perdonó ni olvidó hasta la actualidad. Cada ocasión que pisó el extinto Vicente Calderón con la casaca merengue se lo recordaban con cada pelota que tocaba.

3. Roberto Baggio, de Fiorentina a Juventus en 1990

De ídolo total en Italia a "traidor a la patria" como lo catagolaron los hinchas de Fiorentina al momento de su traspaso confirmado a Juventus. ¿Para tanto fue lo de Roberto Baggio? Así parece. Del debut en el Viola con gol incluido ante el Nápoli de Diego Maradona en 1987 a estallar todo en 1990, año que la Vecchia Signora lo fue a buscar por una cifra récord de 10 millones de euros. Un Balón de Oro 1993, una Serie A, una copa local y una supercopa doméstica, aportaron a la causa de la trasferencia en cuestión.  

Cuando una decisión personal lleva a disturbios y a escaparse escondido

Traición sin precedentes en tierra tana, el fichaje del ex enganche provocó disturbios en las calles de Florencia, ciudad que tuvo que abandonar inmediatamente, con su familia, ¡escondido! y pasando a ser considerado PERSONA NO GRATA en dicha zona del país. Y lo peor de todo: cuando el subcampeón del mundo 1994 (penal fallado en la final) se retiró del fútbol, todos los clubes donde jugó le dedicaron un posteo/comunicado en agradecimiento menos, claro, la Fiore.

2. Carlos Tevez, de Manchester United a Manchester City en 2009

Al igual que el Bobo Vieri, Carlos Tevez no eligió peor opción que mudarse de vereda para seguir acumulando gloria y retos en su carrera deportiva. ¿Por qué al City, Apache? Solo él sabrá su respuesta de aquel momento. Capaz fue la falta de tacto con su entrenador Alex Ferguson o su estadía habitual en el banco de suplentes que le quitaron minutos y continuidad. 

Si era Chelsea o Tottenham, vaya y pase, ¿pero por qué el clásico de la ciudad?

Para recobrar la confianza y no perder prestigio futbolístico, el delantero ex Boca no tuvo mejor idea que irse al elenco rival de la ciudad, Manchester City, en una especie de venganza: del infierno al cielo en 2009. Tras ganar todo lo posible en Old Trafford, lugar en el cual quemaron de mala manera las playeras con su nombre y dorsal, el nacido en Ciudadela vivió la misma pesadilla con otro técnico, Roberto Mancini. ¿Lo bueno? Siguió agrandando su vitrina personal: tres ligas, una Champions League, un Mundial de Clubes, una FA Cup, una copa de liga y un trío de Community Shields.    

1. Luis Figo, de Barcelona a Real Madrid en 2000

Claramente, de todas las traiciones famosas e híper conocidas, la de Luis Figo marcó un antes y un después sin dudas por la magnitud de su figura y por los clubes involucrados en su insólita transferencia. Capitán de Portugal y estrella de Barcelona, negoció ¡en secreto! con Real Madrid varios meses la firma de un precontrato, por lo menos, polémico y millonario a mediados del 2000.

El primer galáctico: todo por los millones de Florentino Pérez

La seducción económica pudo más que la deportiva por escándalo y, como dice el subtítulo, la llegada del luso a la Casa Blanca se convirtió en la mayor traición de lo que va del siglo 21. Los años siguientes fueron tortuosos para él y, eso se evidenció cada vez que pisó el Camp Nou vestido de merengue: lo recibieron con insultos en todos los idiomas posibles y con una ¡cabeza de cerdo! Ambas estadías en conjunto le bastaron al Balón de Oro de 2000 para coronarse en una Champions League, un póker de ligas, una Copa Intercontinental, una recopa europea, dos copas del rey, dos supercopas europeas y cuatro locales. 

Bonus Track I - Luis Figo

24/7/2000

El pase más polémico del siglo 21 porque, en 1995, Barcelona contrató a Luis Figo tras la salida de Michael Laudrup (se fue al Real Madrid) y cosechó un par de ligas y copas del rey, una supercopa doméstica, una recopa europea y una supercopa continental en el lustro con el Camp Nou como su hogar. 

Se comió sus propias palabras

"Esta es y será mi camiseta. Gane o pierda Florentino Pérez las elecciones, no seré jugador del Real Madrid. Solo jugaré en el Barsa", confesó el portugués semanas antes del pase del año y del, por ahora, milenio.

La política todo lo puede

En época electoral en los dos clubes más poderosos de España, el actual pope blanco quería ganar con un golpe de timón desde el vamos (Figo) hasta decirlo públicamente antes de asumir, algo que Joan Gaspart jamás se le olvidó: "La noche que fui elegido presidente, Figo se me fue al Real Madrid. Nos traicionó. Me dijo: "Mi representante firmó un documento con el RM. Si no ficha, debe pegar 500 millones de pesetas. Si usted me garantiza que el FCB puede pagar esa cantidad, me quedo en Barcelona".

Ni Overmars ni Petit aplacaron la bronca culé

Aunque el propio Gaspart le confirmó al ex Balón de Oro, rotulado de pecetero en tierras condales, que abonaría esa suma mencionada, el luso se marchó al clásico rival por 61 millones de euros, el fichaje más caro de la historia del fútbol hasta ese momento, plata que usaron para traer al holándes Marc Overmas y al francés Emanuel Petit.

Casa Blanca y Galáctica

Cinco temporadas, 244 partidos, 58 dianas, un par de ligas y supercopas locales, la Champions League, una supercopa europea y una Copa Intercontinental, han sido los datos y logros exactos que el ex capitán de la selección ibérica consiguió en el Merengue. Además, fue compañero de un elenco de estrellas de la clase de Roberto Carlos, Guti, Morientes, Ronaldo, Zidane y Raúl. 

Bonus Track II - Roberto Baggio

De legendario a repudiado

El fichaje de Roberto Baggio de Fiorentina a Juventus en 1990 por 10 millones de euros, una fortuna descomunal para la época, causó destrozos y disturbios en Florencia en protesta contra esta transferencia que marcó un punto de inflexión en el fútbol italiano. 

Fatídico 18/5/1990

A punto de terminar la temporada, ese día salió a la luz todo el operativo secreto de días atrás para convencer a RB10 a irse a Turín, lo que llevó a que los tifosis violas se agrupen en las adyacencias del club para cantar contra los directivos y antidisturbios por tres jornadas enteros: el saldo de los enfrentamientos fueron 50 heridos y varios detenidos.

¡Creer o reventar!

Baggio: "¿Por qué la Juve? Porque lo ha decidido el presidente. No me ha dado otra alternativa. Me han forzado a aceptar el traspaso". El ex enganche no quería irse de Firenze, pero todo se agravó cuando la Fiore desmintió la operación mientras, puertas adentro, se cocinaba a fuego lento el acuerdo final.

Del gol a Maradona en 1987 a escaparse escondido

El primer tanto oficial de Roby fue ante el Nápoli de Diego Maradona en 1987 y eso lo elevó a ser ídolo de Fiorentina, pero en el verano de 1990 terminó condenado socialmente, abandonó Florencia escondido con toda su familia, y nunca más lo perdonaron: en su retiro con Brescia en 2004, no le dedicaron ni una sola frase.

¡Vecchio Signor!

Luigi Maifredi fue su primer entrenador en Juventus, su estadía fue de 5 años, es el club con el cual disputó más partidos oficiales en Italia, ganó una vez la extinta Copa UEFA, una supercopa local, una Serie A, además del Balón de Oro y el mejor jugador FIFA en 1993, y de saltar a la selección italiana de forma definitiva.

Bonus Track III - Mo Johnston

Odiado por las dos hinchadas

¿A quién se le ocurre pasar de un club católico como Celtic a uno protestante como Rangers, siendo el clásico rival, de la misma ciudad, y con intereses religiosos, políticos y sociales de por medio? ¡Solo a él se le ocurrió!

De leyenda a traidor en un día

Católico y de Glasgow, Johnston brilló en el conjunto verdiblanco con un título de liga, otro de copa local, 52 goles entre 1984 y 1987, y una frase que elevó su parcial estatus de super héroe: "Nunca jugaría en otro club británico que no sea el Celtic". 

La culpa fue de Graeme Souness

El mítico jugador de Liverpool en los años 70 y 80, luego entrenador de los Reds, Galatasaray y Benfica, se interesó por demás en Mo, sin importarle su religión natal (eso le dijo al representante), el rubio aceptó y lo mantuvieron en secreto hasta la rueda de prensa el 10 de julio de 1989.

La trifulca más grande de la historia escocesa

Acto seguido al anuncio, aficionados del Rangers quemaron banderas y carnets de socios de su equipo, mientras que los del clásico rival lo acusaron de traidor a los colores. Y lo mejor de todo fue este dato: ningún futbolista católico había jugado en los Gers desde la primera guerra mundial.

¿Y si no convertía ese gol?

La vida del británico en los Blues comenzó con amenazas de muerte, pero todo cambió cuando le hizo un gol con triunfo al Celtic para gritarlo a lo grande: ahí pasó a ser ídolo en Ibrox. Tras su estadía por ambos clubes, llegó la calma para bajar la tensión social entre las comisiones directivas, los clásicos son por la mañana para que el público no beba alcohol y hubo más casos de católicos en Rangers tras el de él.