“Para mí, ser rico es tener todos los días un plato de comida en la mesa”. La pobreza extrema que vivió desde niño Antonio Rüdiger lo marcó a fuego con un solo objetivo: sacar a su familia de la precaria situación que padecían desde siempre. Incluso, desde los tiempos en que sus padres, por separado, se escaparon de Sierra Leona rumbo a Alemania para escapar de la guerra civil cruenta y terrible que azota al país africano desde hace años.

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Tras dos años viviendo en Berlín, Matthias Rüdiger y Lily se conocieron y formaron una familia. En 1993 (3 de marzo) nació Antonio Rüdiger, uno de los seis hijos de los Rüdiger.

Lejos de la opulencia y las oportunidades de la capital alemana, los Rüdiger vivieron en Neukölln, un barrio de inmigrantes donde el crimen aún es una moneda corriente. Su padre trabajaba como lavaplatos en restaurante, lo hacía de día y de noche. Mientras que su madre se hacía cargo de cuidar a sus hijos y de realizar todos los trabajos de la casa: desde la limpieza total a cocinar, como también así lidiar con chicos en edad escolar.

“En casa éramos seis hermanos y no había mucho dinero. Y fuera, en las calles, era una zona muy dura, había muchos refugiados viviendo allí. Para mí, cuando era pequeño, luchar o pelearme en la calle era algo normal. Simplemente, era lo normal. Al final, de donde yo vengo, sólo sobrevive el más fuerte. Es así. Y eso es lo que soy hoy en día. Abandonar no está en mi ADN”, contó en una nota con el diario As. Y sumó: “Es increíble porque éramos realmente felices. Mi familia vivía en la planta 16 de un edificio muy alto de viviendas sociales. Mis padres no me permitían salir al balcón porque era demasiado inestable. Pero fue el mejor tiempo de mi vida. Echo de menos aquellos tiempos. No teníamos mucho dinero, pero estábamos juntos, éramos ricos en eso. El dinero nunca estaba en nuestras conversaciones”.

En ese entorno, el fútbol fue el refugio de Antonio que, por fortaleza y entrega, se convertía en otra persona cada vez que entraba a una cancha. Tanto que sus amigos le decían Rambo, por la fuerza y la potencia con la que jugaba como delantero. En esos tiempos, prefería estar cerca del arco ajeno por su admiración profunda por George Weah y Ronaldo Nazario. Del brasilero sentía que se trataba del “delantero perfecto que tenía todo”.

 

De jugar en su barrio pasó al club que lleva el mismo nombre (Neukölln) hasta los 9 años cuando dio el primer salto deportivo real al llegar al SV Tasmania Berlín. Antes de arribar al Borussia Dortmund, en 2011, pasó por SV Tasmania Berlín, Neukollner Sportfreunde 1907 y Hertha Zehlendorf. En todos, jugó siempre y fue líder hegemónico de la defensa. Con ese valor a cuestas accedió a un grande de la Bundesliga, donde casi descartado, encontró en el Stuttgart un salvoconducto para volver a creer en sus condiciones. Allí debutó en Primera con 18 años.

Ya asentado en la Bundesliga, luego de cuatro años, en 2015, llegó a uno de los grandes equipos de Italia: la Roma. Luego vino Londres, con el Chelsea, y esta temporada obtuvo su mayor anhelo: la Casa Blanca, el emblemático Real Madrid.

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En todo este periplo, Rüdiger jamás olvidó a los suyos. Por eso, acudió a Sierra Leona, no sólo para ver a sus padres sino para tender una mano. Por caso, durante la pandemia por Covid-19 envió 100.000 dólares y 60.000 mascarillas. Apenas un pequeño hecho entre otros que lo llevaron a crear su propia Fundación porque Sierra Leona “es mi segunda casa”, aseguró el defensor que tardó en comprender que por más que fuera alemán de nacimiento, no lo veían como a un par. Por eso, claro, sufrió situaciones de racismo en su propio país y en Italia.

“Duele ver las circunstancias en las que crecen los niños de Sierra Leona”, explicó hace unos días al recibir novedades de las once operaciones que logró costear para niños del país de sus padres. Rüdiger donó antes de jugar el Mundial de Qatar 2022 todo el dinero que la Federación de su país le pagará. “En Alemania me han dado las oportunidades que a muchas personas en Sierra Leona se les niegan. Estoy agradecido por estas oportunidades y aprecio enormemente la situación privilegiada en la que me encuentro. Ayudar aquí es una cuestión de honor para mí. Me gustaría implementar muchos más proyectos en Sierra Leona con mi familia en el futuro”, detalló el defensor teutón que será una fija en el equipo que dirige Hans Flick, a cargo de la Selección más exitosa del viejo continente que buscará pasar sin sobresaltos el Grupo E junto a España, Costa Rica y Japón.

Antonio Rüdiger va a todas, rapidez y sapiencia (Getty)

Antonio Rüdiger va a todas, rapidez y sapiencia (Getty)

Recuperar el legado:

El golpe de Rusia 2018 no pasó desapercibido para Alemania que, en Qatar 2022, buscará recuperar su habitual tránsito mundialista.

Pasaron años complejos desde que Joachim Low y compañía quedasen eliminados en la primera fase de Rusia 2018. Tras aquella hecatombe sin precedentes a corto plazo para quienes por entonces eran los defensores del título, Alemania comenzó un trabajo ciclópeo de reconstrucción donde de la mano de Hans Flick y tras otro golpe en la Euro 2020 contra Inglaterra, la Selección teutona busca recuperarse.

Emparejado junto a Costa Rica, Japón y España en un Grupo con rivales de peso, Alemania pretende recuperar el honor en Qatar 2022. Eliminados en Rusia 2018 por una primera fase que marcó el final de un espectacular proceso, los europeos quieren volver a pisar fuerte cuando la edición número 22 del certamen se inicie.

Los números de Antonio Rüdiger en la Selección teutona

Los números de Antonio Rüdiger en la Selección teutona

Todos los partidos del Grupo E (*):

Fecha 1:

  • Alemania vs. Japón, miércoles 23 de noviembre, a las 10, estadio Khalifa.
  • España vs. Costa Rica, miércoles 23 de noviembre, a las 13, estadio Al Thumama.

Fecha 2:

  • Japón vs. Costa Rica, domingo 27 de noviembre, a las 7, estadio Ahmad Bin Ali.
  • España vs. Alemania, domingo 27 de noviembre, a las 16, estadio Al Bayt.

Fecha 3:

  • Japón vs. España, jueves 1 de diciembre, a las 16, estadio Khalifa.
  • Costa Rica vs. Alemania, jueves 1 de diciembre, a las 16, estadio Al Bayt.

(*) Todos los partidos se muestran en hora local. En España es -1, en Argentina y Chile -6, en Colombia -7 y en México -8.