Román Torres es uno de los estandartes de Panamá. El defensor se convirtió en un emblema del país al convertir el tanto ante Costa Rica que significó la clasificación al Mundial de Rusia 2018.
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El himno de Panamá sonó por primera vez en la historia de los Mundiales, y el defensor no pudo contener su emoción y orgullo.
La cámara, como lo hace tradicionalmente, pasó frente a la cara de los jugadores uno por uno, hasta que llegó a Román. El defensor, con los ojos cerrados, cantó a la par el himno de su país mientras una lágrima escapó y comenzó a recorrer parte de su rostro.
Una acción que se podría decir que simbolizó a todo Panamá, pues es más que probable que así como Torres, todo el país sintió lo mismo.
