Todos los detalles en los que México tuvo que hacer foco para organizar el Mundial de la categoría, el primero que realiza después de los de 1970 y 1986, que fueron con selecciones mayores. Para organizar un evento de este tipo, por lo menos se invierten unos 80 millones de dólares, los cuales sirven para cubrir la logística, medios, publicidad, mercadotecnia y mejoras en las sedes. Algunos estadios como el Corregidora de México y el Estadio Morelos tuvieron las inversiones más fuertes para mejorar las instalaciones, mientras que otros estadios como el Omnilife y el Territorio Santos Modelos no desembolsaron grandes cantidades de dinero, pues la FIFA dio visto bueno a estas sedes, debido a que son instalaciones nuevas. Por otro lado, también se cuenta con el sector turismo, pues se calcula que para este evento, la derrama económica podría superar los 100 millones de dólares, esto en turismo nacional e internacional. A pesar de tener ya más de 800.000 entradas vendidas, probablemente se logre superar el millón, pues conforme va avanzando el torneo, la afición se va mostrando más interesada en el evento. Una Copa Mundial Sub 17 no es cualquier cosa, es un negocio amplio y redituable, que no sólo deja buenas derramas económicas, sino que además muestra a las futuras estrellas del fútbol internacional. Por Rocío Yelitza