El gol olímpico es una acción que suele darse muy poco en el fútbol. Teniendo en cuenta que un Mundial es cada cuatro años, es aún menos probable que suceda en ese torneo. Solo un jugador logró hacerlo rememorando la acción de Césareo Onzari. Vale aclarar que se entiende como gol olímpico a la anotación que surge directamente desde un córner, sin que haya ningún intermediario entre el momento de la ejecución y el gol.
El 3 de junio de 1962 quedó en la historia de los mundiales, pero no por un campeón, sino por un partido memorable de la fase de grupos. Colombia enfrentaba a la Unión Soviética y perdía 4 a 1. Pero a los 11 minutos del segundo tiempo hubo una acción que cambió el rumbo del encuentro.
El ruso Yashin no logra detener el córner de Coll
Colombia tenía un córner a su favor y necesitaba achicar la distancia para seguir con vida en la Copa. El encargado de ejecutar ese tiro de esquina fue Marco Coll.
ver también
Memphis Depay, de profesión rapero y goleador
El tiro salió con efecto hacia dentro y terminó metiéndose en el arco defendido por el legendario Lev Yashin, nada más y nada menos que la Araña Negra. Muchos le adjudican este gol a un error de la Araña Negra, pero nada le quita mérito a Coll.
Para sorpresa de propios y ajenos, el partido finalizó 4 a 4. Además, en una entrevista en el año 2012, Coll recordó: “El gol nos generó un cambio de estado físico y mental. Empezamos a carburar y logramos un empate que fue histórico. Yo era el que hacía los tiros desde la izquierda. La pelota tomó un efecto especial. Yo no la iba a disparar tan alta porque ellos eran fuertes por arriba. El jugador que cubría el primer palo se abrió, la pelota picó y le entró a Yashin, catalogado en esa época como el mejor del mundo. Ese gol me inmortalizó”.
Marco Coll, el auto del gol olímpico
Aunque las realidades de ambos conjuntos terminaron de manera diferente. Colombia se marchó a casa en primera ronda y los soviéticos fueron eliminados en cuartos de final a manos de los locales chilenos. Hasta la fecha, el gol de Coll es el único gol olímpico en la historia de los mundiales.