Brasil le ganó sobre el final a Costa Rica y a Neymar se lo vio muy fastidiado por no poder conseguir el gol que quiebre el resultado.
Tanto que se le soltó la cadena con su capitán: al ver como Thiago Silva le devolvía la pelota al rival luego de que los mismos la tiraran afuera por la lesión de un compañero, lo insultó.

Luego del partido, la respuesta del defensor no tardó en llegar y confesó: “Lo tengo como un hermano menor, intento cuidarlo, pero me sentí triste porque cuando devolví una pelota a los rivales me insultó”.
Aunque explicó que “tal vez tenía razón, ya que lo habían golpeado mucho”, sacó a relucir su experiencia y madurez: “Eso no nos iba a dar el triunfo. Me quedé muy triste con su actitud y se lo recordé luego”.





