Una nueva propuesta hecha por legisladores brasileños intentará reducir el número de armas de fuego ilegales que circulan entre los ciudadanos, ofreciendo descuentos y promociones para todos aquellos que decidan entregar sus armas.
Ante acontecimientos como la Copa del Mundo 2014 y los Juegos Olímpicos 2016, el gobierno de Brasil busca reducir la violencia y, especialmente, el uso de armas de fuego. Se dispondrían de 300.000 entradas a 25 dólares para todos aquellos dispuestos a desprenderse de sus pistolas, así como camisetas oficiales firmadas por los jugadores de los diferentes combinados y balones del torneo.
El borrador de la ley ha de ser aún aprobado por los diputados y los senadores brasileños y obtener el visto bueno de la presidenta, Dilma Rousseff. Tras ello, habría que negociar con la FIFA, que hasta hoy sólo se ha pronunciado por boca de su secretario general, Jérôme Valcke, que no se contuvo a la hora de ironizar sobre el tema cuando comentó que“Me temo que en Brasil hay tantas armas que no dispondremos de entradas suficientes para responder“.
La idea es mantener la linea de responsabilidad social que se comenzó en Sudáfrica 2010, donde se trabajó el problema del sida, y extrapolarlo enBrasil 2014a la problemática armamentística.A su vez también se estudia la implantación de descuentos de hasta un50 a jubilados y bonificaciones para estudiantes, indígenas y personas probadamente pobres.