Dinamarca no es muy reconocido en el mundo del fútbol. Pero en silencio, con un papel más que correcto, logró pasar a octavos de final sin perder ningún partido en el Grupo C liderado por Francia.

En medio de la emoción y las lágrimas, su capitán Simón Kjaer fue corriendo a las tribunas a vivir ese momento junto a su novia.

 

Luego de un ida y vuelta, con frases al oído y sonrisas que cortaban el llanto, un emotivo beso de película dio la vuelta al mundo por las redes sociales.

Ahora Dinamarca esperará por Croacia o Nigeria, y buscará hacer historia para poder, tal vez, regalarnos una nueva historia de amor.

+Día y hora de los octavos de final

+Cómo se define cada grupo