El defensor de la Selección Colombia llegó a Rusia con un presente muy cuestionado en su club, Barcelona, pero fue el mismísimo José Pékermanquien se encargó de defenderlo. Arrancó suplente en el debut frente a Japón, pero tanto contra Polonia como con Senegal, anotó su gol de cabeza y llenó de esperanzas al pueblo cafetero.
Hoy, en un partido cerradísimo contra los ingleses, la Tricolor estaba afuera de Rusia 2018, pero Yerry Mina llegó con la sangre fría goleadora que ya es un hecho consumado en esta Copa del Mundo: se elevó y de un “cabezazo” le dio el empate a su Selección y obligó a los corazones a aguantar un alargue.
Es el único defensor en anotar tres goles de cabeza en la historia de los Mundiales.
Atrás quedan hoy todos esos pasajes de incertidumbre acerca de su futuro en el fútbol europeo.