Es cierto que Colombia necesitaba reacomodar su centro del campo tras la temprana expulsión de Carlos Sánchez. Pero también es cierto que el debut de Juan Guillermo Cuadrado en el Mundial de Rusia fue tan pobre que el cambio se podría haber justificado incluso en un partido de once contra once.

Cada vez que intentó desbordar, el futbolista de Juventus se enredó, tropezó o, en el mejor de los casos, estampo su centro contra el cuerpo de un rival. Cuando quiso gambetear perdió y cuando probó rematar desde larga distancia, no levantó el balón del suelo.

Y a Pékerman no le tembló el pulso. En 30 minutos del primer tiempo, decidió reemplazar a Cuadrado por Wilmar Barrios, equilibrando al equipo que había comenzado en temprana desventaja y terminó el primer tiempo en igualdad, gracias a un golazo de Juanfer Quintero.