El Mundial de Rusia 2018 ha quedado formalmente inaugurado. Iker Casillas y la modelo Natalia Vodianova ingresaron la Copa del Mundo al estadio Luzhniki de Moscú. Hubo una modesta fiesta de apertura, que musicalizaron Robbie Williams y la soprano local Aida Garifullina; y el escenario quedó dispuesto para el fútbol, verdadero protagonista.

De inicio, se anotó que a los anfitriones les pesaba la responsabilidad de tener que ser los dueños del partido después de no haber podido hacer pie en ninguno de sus últimos partidos de preparación, en los que registró cuatro derrotas y tres empates. Fue entonces que Arabia Saudita se apoderó del balón, intentando mantener la posesión como el entrenador Juan Antonio Pizzi había pregonado en la previa.

Sin embargo, al seleccionado asiático le duró poco más de cinco minutos el dominio. Los errores infantiles que pusieron en riesgo ese objetivo de tocar y tocar los llenó de dudas. Y Rusia aprovechó su momento. Apenas habían transcurrido 12 minutos cuando Yuri Gazinskiy recibió el centro de Golovin y anotó el primer gol del encuentro y de la Copa del Mundo.

Se relajó el local y fue por más, hasta cerrar el primer tiempo con una joya colectiva a la que Denis Cheryshev, que había ingresado a los 24 minutos en reemplazo del lesionado Dzagoev, le puso el broche de oro con una definición cinco estrellas, haciendo pasar de largo a su marca para romperle luego el arco al pobre de Al Maiouf.

Rusia se despojó del miedo al fracaso, de la desconfianza de sus propios aficionados respecto a que pudiera, incluso siendo local, clasificarse en el Grupo A que comparte con saudíes, egipcios y uruguayos. Se envalentonó. Y hasta se agrandó, porque terminó goleando gracias al tanto que a los 71' nació de la cabeza de Dzyuba, otro que comenzó como suplente, a un nuevo golazo de Cheryshev, el héroe de la tarde en Moscú; y a ese tiro libre con forma de cereza que Golovin puso en la cima de ese postre que se come frío, caliente, como usted quiera.

Hubo fiesta modesta, también un modesto rival. Los locales se desembarazaron de Arabia Saudita y con ello del miedo escénico que les provocaba tener que abrir semejante competencia.

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