La Selección de Arabia Saudita vivió un momento de suma tensión y miedo cuando el avión que los trasladaba hacia la ciudad de Rostov sufrió un desperfecto mecánico en el momento del aterrizaje que provocó que se prendiera fuego parte de una de las alas.

Afortunadamente, el piloto de la aeronave pudo maniobrar sin problemas y aterrizar, quedando el episodio sólo como un gran susto para el equipo árabe y una anécdota para el futuro.

El seleccionado que conduce Juan Antonio Pizzi buscará el miércoles mejorar la pobre imagen que dejaron tras su debut ante Rusia. Aunque no la tendrán nada fácil, ya que deberán medirse ante Uruguay.