Los cuatro días del Gran Premio de México fueron una fiesta total, misma que fue coronada con una asistencia de más de 145,000 aficionados para el domingo de la carrera.
Música, juegos, dinámicas, actividades y más fue lo que se pudo disfrutar dentro de los días del fin de semana en que se llevó a cabo el magno evento de la Fórmula 1.
El viernes, en el día de prácticas, contrario a lo que se pensaría, la afición se dio cita para lograr una tremenda entrada en el Foro Sol con cerca de 109,000 almas presentes.
Para el sábado, día de la clasificación el panorama no fue distinto y desde las 8:00 de la mañana que abrieron las puertas, la afición se dio cita para pasar todo el día en las instalaciones del Autódromo Hermanos Rodríguez.
La consagración vendría el domingo; gradas a tope, famosos llegando por montones, música y, por supuesto, la carrera que inicio después el emotivo recorrido de los aviones caza para pitar el cielo con los colores de la bandera de México y la entonación del Himno Nacional.
Desde el momento del banderazo y hasta la última vuelta, la afición no dejó de apoyar al Checo Pérez, quien finalizó en tercer lugar.
Este cariño de los mexicanos también se demostró con los pilotos, aunque a veces excesivo, pues es el único Gran Premio en el que se puede ver a la gente abordando a los pilotos en el área del paddock.
