Deontay Wilder viene acumulando sed de venganza desde el 20 de febrero de 2020, cuando Tyson Fury lo derrotó por nocaut técnico en el séptimo asalto, en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, y le arrebató el título mundial de peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo.

Llegó a creer que se le escaparía la oportunidad de tener desquite en una trilogía cuando el propio Fury comenzó a negociar un combate de unificación ante Anthony Joshua, pero finalmente consiguió un fallo arbitral favorable que obligó al británico a hacerse cargo de la cláusula firmada en el contrato de la revancha.

Pero tuvo que volver a armarse de paciencia cuando este dio positivo de coronavirus y llevó a que se aplazara la fecha original del nuevo enfrentamiento, que había sido prevista para el 24 de julio. Entonces, la nueva fecha se fijo para el 9 de octubre, en la T-Mobile Arena de Las Vegas.

En el equipo de trabajo de Wilder observan que este ha hecho uno de los mejores campamentos de entrenamiento de su carrera, por lo que regresará al cuadrilátero mostrando una versión muy mejorada respecto a la que dejó en febrero de 2020. "Este Deontay noquearía al viejo Deontay en dos rondas. Está 10 veces más concentrado, entrenando 100 veces más duro", comenzó diciendo su entrenador Malik Scott en diálogo con Sky Sports.

Y agregó: "Su mentalidad es muy violenta. Esta será la mejor versión de Deontay Wilder que jamás hayas visto. Subestiman su coeficiente intelectual. No es un tipo grande y tonto que simplemente lanza una mano derecha. El coeficiente intelectual de Deontay es muy alto. Lo veo crear, lo veo ponerse en posición, colocar a los chicos en trampas quirúrgicas. Deontay noqueará a Fury en cinco rondas".