Entre las muchas funciones que han venido a cumplir las redes sociales en nuestras vidas, una de ellas fue hacernos saber qué tan mal se llevan Jake Paul y Tommy Fury, que no han cesado de disparar fuego cruzado desde hace al menos un año, bajo palabra de desquitarse algún día arriba de un cuadrilátero.

La última presentación de ambos tuvo lugar durante la misma cartelera. Jake Paul estuvo a cargo del combate estelar de la noche del 29 de agosto en la Rocket Mortgage FieldHouse de Cleveland, del que salió vencedor en decisión dividida de los jueces sobre Tyron Woodley. Previamente, Tommy Fury le había ganado en decisión unánime a Anthony Taylor en un combate de cuatro asaltos.

Apenas finalizó su actuación, el peleador británico, que es medio hermano del campeón mundial de peso pesado del CMB Tyson Fury, volvió a pedir tener una pelea ante Jake Paul. Más recientemente, el youtuber boxeador le ofreció un millón de dólares para que tomara la pelea, pero este lo rechazó por considerar que era mucho menos de lo que un duelo entre ambos merecía.

Finalmente fue Frank Warren, que promueve la carrera de Tommy Fury, quien se encargó de anunciar que se ha avanzado mucho en las negociaciones para que ese combate suceda. "En este momento estamos trabajando en los términos, estamos bastante cerca y espero que podamos superar la línea", dijo.

Y agregó: "Es una gran pelea para Tommy. Es una pelea muy lucrativa para él. Creo que lo lograremos. Ha capturado la imaginación de todos, es todo de lo que estaban hablando en Estados Unidos. Ojalá lo terminemos esta semana y podamos seguir adelante. Será a fines de noviembre o diciembre".