Este sábado, en la cartelera que MatchRoom Boxing montó en Brentwood, Reino Unido, la australiana Ebanie Bridges retomó la senda victoriosa, tras el primer traspié de su carrera como profesional, imponiéndose con un contundente nocaut técnico en el tercer asalto a la local Bec Connolly.

Fiel a su apodo, La Bombardera Rubia no dio lugar a un primer asalto de estudio ni se anduvo con demasiadas sutilezas, sino que desde la primera campanada salió a castigar a su rival con buenos golpes al cuerpo que no tardarían en desgastar a una peleadora que si bien traía récord negativo estaba acostumbrada a durar algo más en sus combates.

Ya en el tercer asalto, Bridges definió las acciones con un poderoso y limpio derechazo que derribó a Connolly, quien se esforzó para levantarse ante la cuenta de protección del árbitro pero que no mostró estar en condiciones para seguir, dando lugar a que este diera por finalizado el combate.

Envalentonada, la australiana volvió a pedir por Shannon Courtenay, quien en abril de este año la derrotó por decisión unánime para quedarse con el título mundial de peso gallo de la AMB que estaba vacante. "Obviamente quiero la revancha con Shanny. Eso es lo que todos quieren, no solo yo. Sé que lo quiero, los fanáticos lo quieren, estoy bastante segura de que Eddie Hearn lo quiere. La única que no lo quiere es ella", señaló.

Además, se refirió a la gran popularidad que ha sabido ganar en las redes sociales que la ha llevado, de la mano, a un rápido ascenso en el mundo del boxeo. Ascenso que, está convencida, también ha sabido justificar con los puños. "Es bueno tener la base de fans y el perfil de las redes sociales, pero si no estás ganando, solo puedes llegar hasta cierto punto".