El mundo del futbol se paralizó este lunes en París. Y es que, después de tantas semanas de especulaciones y de un año en el que no se realizó la ceremonia por culpa de la pandemia, se llevó a cabo una nueva edición del Balón de Oro organizado por France Football.

Lo curioso ocurrió minutos antes del inicio de la entrega de premios. Disfrazados al estilo de Daft Punk, tapando sus rostros completamente con un par de cascos de motocicleta, dos personas acercaron los trofeos hacia el escenario. Y sorprendieron a todos al momento de develar su verdadera identidad...

Didiger Drogba y Sandy Heribert, presentadores en dicha velada, les dieron el puntapié para mostrar sus caras. Se trataba de Fernando Alonso y Esteban Ocon, pilotos de la Fórmula 1 para la escudería Alpine, quienes llevaron los galardones y llegaron hasta el recinto en un lujoso automóvil de colección.

Para coronar la noche, el corredor español se llevó una camiseta autografiada por Pedri y el francés logró quedarse con el sello de Kylian Mbappé. Una noche llena de emociones y sorpresas en París después de lo que fue un duro año de pandemia que obligó a posponer este tipo de eventos para los fanáticos.