El piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez no ha tenido la temporada soñada que esperaba en su debut con la escudería de Red Bull, y es que a pesar de los baches que ha tenido que sortear, el azteca pudo asegurar su asiento para la siguiente temporada, algo inaudito, pues el equipo austriaco no había sido tan indulgente con otros volantes.
Pero en esta ocasión, un Checo más maduro, pide a los fans que no desesperen pues los resultados vendrán a la larga, y asegura que pronto alcanzará su mejor versión al volante del monoplaza de Red Bull, equipo que comparte con el polémico, Max Verstappen, a quien ha tenido que apoyar en sus arriesgadas decisiones en el asfalto.
“Hablando exclusivamente por mí, necesito principalmente paz y paciencia. La conclusión es que aquí se me piden otras cosas. Tengo que acostumbrarme a un coche que se sienta completamente diferente, a un motor nuevo y, sobre todo, tengo que adaptar mi propio estilo de conducción. Es posible que la gente no piense en eso muy rápidamente, pero construir relaciones personales solo lleva tiempo, aunque puede ser muy gratificante detrás de escena”, mencionó para Motorsport.
Y es que el propio tapatío reconoció que una de sus labores principales es brindar todo su apoyo a su co-equipero, pues él es quien realmente está peleando en la presente temporada el título con el controversial, Lewis Hamilton, quien no ha sido un rival fácil para ninguno de los dos, ya que sus jugarretas en la pista los han puesto en peligro.
“Es obvio que Max en nuestro equipo es el que busca el título este año. En ese sentido, todo el equipo debe y lo ayudará. Al mismo tiempo, también estamos luchando por el campeonato de constructores y, por supuesto, hay que tenerlo en cuenta. Por lo tanto, la división de roles depende un poco de los escenarios que encontremos durante un fin de semana de carreras. En cualquier caso, el objetivo que tenemos en mente es claro: llevarnos el título de constructores y ayudar a Max a ganar el campeonato de pilotos”.