A pesar de que las prácticas no han sido lo esperado para el equipo Red Bull, el piloto mexicano, Sergio “Checo” Pérez guarda un dulce recuerdo de cara a este fin de semana Racing, pues cumplió uno de sus grandes sueños que tenía desde pequeño, el cual constaba de manejar uno de los autos de su infancia.
Así como lo lees, el originario de Guadalajara, Jalisco, tuvo la fortuna de ser parte del “Salón Hot Wheels: La Develación” en el que Pérez manejó uno de los autos estrella de la famosa marca de juguetes, siendo el Mustang Boss 302 ’70 el elegido para que fuera con el que el azteca se divirtiera a lo grande.
Este legendario auto sufrió algunas modificaciones pues portaba los colores de la bandera de México, pues el objetivo era que “Checo” lo sintiera suyo, y así fue pues lo manejó por todo el asfalto del equipo Hot Wheels, el cual constó de algunas curvas, en donde Sergio no se contuvo y comenzó a meter las velocidades para así sacarle todo el provecho posible al famoso auto.
Tal era su felicidad que Pérez también optó por hacer algunos trompos, y posteriormente al bajar del auto confesó que cumplió uno de sus más grandes sueños: “Tenía como 4 años. Me acuerdo que viajaba a todos lados cuando iba a las carreras. Tenía un portafolio y lo llenaba de carritos que me iban regalando. Tenía un tapetito y ahí hacía mis carreras. A partir de ahí correr se convierte en la ilusión de todo niño”.