Bisabuelos y abuelos leoneses le contaron a sus descendientes lo glorioso del año 1949. A manera de leyenda, con tintes de épica, construyeron el relato de lo que fue la grandiosa superioridad del León sobre Atlas, “el equipo segundón” de ese momento. Del otro lado, los antiguos atlistas narraron a los suyos ese periodo de infortunio en tono trágico para alimentar el sabor de revancha.

 

 

Ese ánimo de desquite quedó guardado en el cajón de la historia durante 72 años. Hasta ahora que vuelven a verse las caras para disputar un título, los rojinegros desentierran la herencia de esa cuenta pendiente por saldar. Puede decirse que la hora de la venganza ha llegado. Pero eso también depende de lo que digan los Panzas Verdes.

La primera desgracia

De nada sirvió que Atlas humillara 8-2 al León durante la temporada 1948-49. Ese marcador se extravió incluso en el olvido después de lo ocurrido en la recta final del torneo. Se pelearon la corona de campeón hasta la última jornada. 

Los pronósticos estaban inclinados a favor de los atlistas porque eran una máquina de hacer goles, superaron los 60 como si fuera cosa fácil. Edwin Cubero, Rodrigo Solano y Juan José Novo formaban el tridente goleador que aproximó al Atlas al título. 

Sin embargo, aficionados y apostadores no contaban con que enfrente León tenía al ‘Dumbo’ López, un delantero que en solitario guió a su equipo a la proeza. Lideró la tabla de goleo con 28 balones de cuero macizo enviados a la red. Entre esos remates, los que marcaron la diferencia.

En la última fecha, Atlas necesitaba empatar para coronarse. Mientras tanto, León debía ganar sí o sí y que los rojinegros perdieran para alzar el trofeo. Entonces sucedió lo impensable. Guadalajara, acérrimo rival regional de los atlistas, se entusiasmó con la idea de arruinarle la gloria al enemigo, así que le pasó por encima para vencerlo 3-1 y así aportar su granito de arena para perturbarles la existencia. 

Por su parte, León hizo lo suyo para impedir el éxito que se cantaba rojinegro. Con los botines inmaculados del ‘Dumbo’ López consiguió dos goles para sellar la victoria de 2-0 contra Asturias, lo que significó el título para los Panzas Verdes. 

La segunda desdicha

Caprichoso como es, el destino futbolístico quiso enfrentarlos en las semifinales de la Copa México. Atlas llegaba como favorito luego de haber dejado en el camino a Guadalajara y Oro, los otros dos equipos fuertes de Jalisco. León, por el contrario, la había tenido más sencillo con San Sebastián y Tampico, por lo que era menos imponente en el papel.

Y como bien dicen que en el futbol nada está escrito, León le demostró a Atlas que aquel año, 1949, iba a tener el sello guanajuatense. Con goles de Arturo Orozco e Ignacio Orozco derrotó 2-1 al equipo rojinegro para dejarlo posicionado como el “segundón” de aquella época. Para colmo atlista, los leoneses también ganaron esta copa.