Cruz Azul está a 90 minutos de la gloria, su gente lo sabe, lo palpita. Sienten que la novena está en sus manos y hacen todo lo que está en sus manos para que en ellos no quede, por lo que empezaron a jugar la Final desde esta noche.

La cita en el hotel de concentración era a las 20:00 hrs, pero desde antes los aficionados comenzaron a llegar con banderas, trapos, instrumentos, pero sobre todo ilusión. La fiesta empezó y duró cerca de dos horas, mismas en las que los cantos no pararon de retumbar.

Por momentos las cosas se salieron de control. Varios seguidores rompieron las vallas de seguridad e ingresaron hasta el loby del hotel a la espera de que los jugadores salieran. Afuera, pocos hinchas se subieron a las astas de la entrada al lugar. A pesar de esos incidentes aislados, no hubo hechos que lamentar.

Por momentos parecía que la lluvia podría echar la perder la fiesta, pero no fue así. Nada iba a hacer que la gente se moviera, por lo que el carnaval siguió.

Ya entrada la noche, el momento esperado sucedió. El plantel celeste salió por las puertas del hotel y presenciaron la devoción de un pueblo que está a muerte con ellos.  Tan pronto aparecieron los jugadores, la pirotecnia se encendió, los cohetes iluminaron la noche para darle un toque de mayor emotividad.

Al final, los cuerpos de seguridad diluyeron a los aficionados. La fiesta terminó en paz, pero con la expectativa de que se prolongue mañana por la noche en Santa Úrsula.