Johan Vásquez tuvo un notable desempeño en su primera temporada con el Genoa y luego de concretarse el descenso, el mexicano fue pretendido por varios equipos de la Serie A. La idea del ex-Pumas era mantener la regularidad de su juego y consolidarse en el Calcio, razón por la que eligió al Cremonese como su nuevo destino. Pero las cosas no han salido de la mejor manera...

Y es que luego de ser considerado como uno de los indiscutibles en la defensa de los Grigiorossi a lo largo de la pretemporada, Vásquez poco a poco ha perdido peso en la plantilla del equipo recién ascendido a la Serie A. El mexicano está lejos de tener el rol esperado y actualmente no parece tener sitio en el once inicial del Cremonese.

La llegada de Luka Lochoshvili ha cambiado por completo la situación de Vásquez, pues se trata de un central zurdo que aporta juego aéreo, buen físico y con el que no le ha ido mal a Massimiliano Alvini. El nacido en Georgia es uno de los refuerzos para esta temporada y desde que se produjo su debut, se ha quedado con el puesto del mexicano.

La prueba más contundente de esta realidad fue el partido de este domingo contra el Atalanta, en el que los Grigiorossi rescataron un empate 1-1 en condición de visitante. Alvini repitió con la línea de tres centrales en el fondo y el elegido para ocupar el sector izquierdo fue Lochoshvili, dejando a Vásquez en el banquillo durante todo el partido.

El banquillo es su nuevo puesto

Ya son cuatro partidos los que suma Vásquez siendo suplente con el Cremonese y en los dos últimos no ha tenido participación. Es un hecho que Lochoshvili es la primera opción de Alvini para el puesto de central izquierdo, por lo que ahora el mexicano tendrá que esperar su oportunidad para demostrar que llegó al club para ser figura.